Yuriko Aquino
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En una exposición sin precedentes, el British Museum -uno de los más importantes y visitados del mundo- expondrá «Perú: un viaje en el tiempo». La curaduría está a cargo de la Mag. Cecilia Pardo, egresada PUCP de Arqueología y excuradora jefa del Museo de Arte de Lima.
Se exhibirán unos 120 objetos, de los cuales alrededor del 60% corresponde a colecciones del British Museum que no habían sido estudiadas ni catalogadas, y el otro 40% ha sido prestado por instituciones peruanas. “Exploramos las formas en que las poblaciones indígenas prehispánicas lograron adaptarse, sobrevivir y desarrollar sociedades exitosas en uno de los territorios más ricos pero complejos del planeta”, explica la Mag. Cecilia Pardo. Ella fue contratada por la institución británica para coordinar esta muestra a través de una convocatoria abierta.
En la primera sección, se introduce al visitante al medio ambiente de la región centroandina a través de materiales audiovisuales y objetos de diferentes culturas y componentes, como cerámicas, metales, conchas, tejidos y plumas. Luego, empieza un viaje en el tiempo y va de Chavín a Paracas, Nazca, Moche, Chimú, Wari e Inca. Seguidamente se habla sobre el encuentro entre dos mundos y el impacto de la conquista. El recorrido termina con una mirada al legado andino, mostrando cómo el Perú actual es reflejo de una combinación de culturas, religiones y transformaciones durante 3 mil años.
“Perú está a la altura de cualquier sociedad, como Egipto, Grecia y Roma. Espero que esta exposición sea solo el comienzo de una segunda etapa que pueda emprender el British Museum para estudiar y poner en valor las colecciones de nuestro país”, indica la curadora Cecilia Pardo.
“El público británico conoce muy poco del Perú y las culturas que precedieron a los incas. Queremos mostrar que no todo pasó en relación con ellos, sino que hubo poblaciones anteriores que se desarrollaron de una forma original a diferencia de muchas sociedades occidentales: ejemplos son los quipus, el hecho de que pudieron adaptar la ganadería y agricultura a territorios agrestes, así como tenían una forma diferente de ver la vida y la muerte”, afirma Pardo, que trabajó durante año y medio preparando esta exposición, concebida para coincidir con nuestro bicentenario, pero retrasada por la pandemia.
Entre los objetos que viajarán desde Perú destaca un tocado de oro de 2,500 años de antigüedad y unas orejeras funerarias, halladas en el yacimiento de Kuntur Wasi, en Cajamarca, decoradas con motivos en relieve de rostros humanos con colmillos de felino y apéndices de serpiente.
El objeto más antiguo que se prestará es una vasija ceremonial de la cultura Cupisnique, datada en torno al año 1200 a.C., con la forma de un cuerpo humano retorcido, posiblemente una persona con una enfermedad que causaba flexibilidad inusual, una habilidad venerada en esta cultura.
Para la curadora, uno de los grandes descubrimientos ha sido 30 esculturas de madera (de las cuales se exponen 7) que retratan prisioneros desnudos con sogas al cuello. Se encontraron en las islas Macabí, frente al territorio Moche, en Chicama, durante la época de la extracción del guano a mediados del siglo XIX. “Son objetos que no se han mostrado al público antes y nunca han sido estudiados”, revela Pardo. Además, sostiene que es poco común encontrar esculturas moches conservadas tan bien como estas.
“Perú está a la altura de cualquier sociedad como Egipto, Grecia y Roma. Espero que esta exposición sea solo el comienzo de una segunda etapa que pueda emprender el British Museum para estudiar y poner en valor las colecciones de nuestro país”, finaliza la curadora.